18/2/13

Atar por el gusto de atar


Imaginar, degustar y decidir que clase de bondage vas ha realizar.
 Tener par ti un cuerpo que deseas, expectante y nervioso, desnudo.
 Acariciar ese cuerpo de igual manera con manos y  cuerdas.
 Sentir como se eriza al hacerse tuyo a través de la inmovilización.
Atar a un macho que ni siquiera se siente sumiso.
 Saber que puedes hacer con el lo que quieras;
azotarlo, follarlo, obligarlo a que se corra mientras esté atado.
Atarlo por el simple gusto de atarlo.


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