“Voy a lubricarte el ano con la babilla que sale por mi capullo y te presionaré con firmeza ese agujero para ir entrando en ti despacio, pero sin dejar de notar cada célula de tu interior... Quiero sentirte en cada milímetro de polla que te meta y apreciar el cálido tubo que me llevará al orgasmo acariciándolo unas veces y otras forzándolo a abrirse más y a engullir todo mi pene, cada vez más crecido y grueso por la palpitación de la sangre en las venas que lo recorren y le dan el calor y la dureza necesaria para que sientas que te empalo y tu vientre se llena de mi carne por entero..."
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