4/3/12

Historia de Jul / El viaje

 Y le preguntó: “Aún no te han dado por el culo, verdad?”. “No”, masculló el botones sin soltar la teta. “Pues ya te llegó la hora y vas a probarlo”, le dijo Manuel. Y con la misma leche hidratante para después del baño, le untó bien el ojete y con cuidado, mientras el chaval se hartaba de comer la verga de Jul, Manuel le hundió la suya en el culo, dándole tiempo a hacerse a ella antes de apretarle fuerte y empezar el traqueteo, que convertiría al muchacho en todo un hombre que sabe poner el culo para que otro macho lo folle.
En el momento en que estaban a punto de correrse los tres, Manuel sacó la polla del chico y lo puso de rodillas para descargar dentro de su boca al mismo tiempo que Jul. Y el botones no tuvo ningún reparo en tragarse la leche de los dos, echando la suya en su propia mano. “Y ahora sigue con tu trabajo y puede que mañana te demos otra dosis... Vete”. Y, con esas palabras, Manuel despidió al Botones, sin más propina que la dada en especie por él y su cachorro, tan generosamente.
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Si pinchas la fotografía o el link de la columna a tu derecha puedes leer el capítulo 37 de esta historia escrita por el Maestro Andreas

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